lunes, 15 de julio de 2013

La desaparición del Mar de Aral. Un drama olvidado

Hola a todos,
Esta es mi primera entrada en este nuevo blog, en el que aparcaré un poco mi afición a la fotografía y me centraré más en mi rama académica, la Geografía en todas sus vertientes.
Iré colgando pequeños artículos de temas que me resultan interesantes, y espero que despierten un poquito vuestro interés. Nuestro planeta es inmenso, y en él tenemos grandes escenarios positivos y a la vez enormes desastres, que en muchas ocasiones, desconocemos por completo.
Este es el caso del primer artículo, la desaparición del Mar de Aral en pleno corazón de Asia Central.


A diario los periodistas y los gobiernos nos inundan las pantallas con futuros posibles problemas medioambientales, que de una manera u otra afectarán al hombre y a sus asentamientos, pero  en ocasiones obviamos problemas que ya están apareciendo y que están haciendo estragos en determinadas zonas del planeta en la actualidad, y alguno de ellos  con nefastas consecuencias tanto para el medio natural como para el ser humano y sus actividades. Una de estas dramáticas situaciones es la progresiva desaparición  que está sufriendo el Mar de Aral  desde la década de 1950 y el impacto en las actividades humanas y la aparición de gravísimos problemas medioambientales.



El Mar de Aral se encuentra situado situado en pleno Asia Central, entre 2 países, antiguas repúblicas soviéticas, Kazajistán al Norte, y Uzbekistán al Sur, y al Este de Mar Caspio.


 En su época de esplendor antes de comenzar la continua y fatal regresión de sus aguas, el Mar de Aral tenía una superficie total de 68.000 km2 y era considerado uno de los 4 lagos más grandes del planeta, sólo por detrás del Mar Caspio con más de 370.000 km², el  Lago Superior con 82.000 km² y el Lago Victoria con unos 70.000 km²


El mar de Aral tal y como era en un principio era un lago endorreico, o mar interior, aunque técnicamente no es un mar, ya que el nivel del océano está 53metros por debajo, por lo que la denominación correcta de esta formación es la de lago.

Una cuenca endorreica se trata de un área en el que el agua no tiene salida fluvial hacia el mar. Cualquier lluvia o precipitación que caiga en un  punto de la cuenca permanecerá siempre en la misma cuenca, tan solo abandonando el sistema únicamente por infiltración o evaporación, lo cual contribuye a la concentración de sales. Este tipo de cuencas son también denominadas como sistemas de drenaje interno. Por tanto, en el caso de este lago endorreico, dependía totalmente de los dos principales cursos fluviales que desembocaban en el mismo, el Amu Daria y el Syr Daria, y en caso de verse afectados su caudales tal como sucedió, las consecuencias en el lugar final de destino son muy graves.

Su historia nace en el Cenozoico cuando estaba conectado con el Mar Negro.  Tras ese periodo, después de su separación con el Mar Negro, pasó a convertirse en una depresión en medio de Asia Central, que finalmente fue llenada por los ríos  Amu Daria y Sir Daria hará unos   10 o 20 mil años, los mismos ríos que debido a la destructora mano del hombre han causado su casi total desaparición.   
Toda la zona del Mar de Aral presenta una estructura geológica  compleja, sobre todo en las áreas donde predominan pequeñas lomas que tienen su origen en el paleozoico. Esta región se halla constituida por estratos plegados de rocas sedimentarias y metamórficas.

En resumen se puede decir que la depresión del Mar de Aral, también conocida como de Turania, tiene aproximadamente la forma de un cuadrilátero de 1500 kms. De largo en cada uno de sus lados. Es a la vez una región muy deprimida y de relieve uniforme. No deja de presentar accidentes tectónicos terciarios como pliegues y fallas, pero en realidad, son accidentes de poca importancia. Así, tras el fondo paleozoico, se han venido produciendo sedimentaciones durante el mesozoico y el terciario, fruto del efecto producido por los grandes ríos que llenaban el Mar de Aral, por lo que las arenas ocupan en todas partes un lugar muy grande y la topografía varía de acuerdo con el hecho de que estas arenas hayan sido fitoestabilizadas o en cambio hayan quedado sin vegetación destacable.
Antes de su desecación, el Mar de Aral tenía unas profundidades que discurrían en 1/3menos de 10 metros, otro tercio de 10 a 20 y casi la mayor parte del resto a menos de 30 metros. Tan solo 1.400 km2 se situaban entre los 30 y 40 metros y poco más de 1000 km2 por debajo delos 40metros, siendo estas últimas exclusivas de una zona con un estrecho surco que va a lo largo de la costa occidental con una anchura de 20 kms aproximadamente.






   

En cuanto a la forma de sus costas, producto de su evolución geomorfológica, en la parte Occidental predominan los acantilados, y también en las zonas Noroeste y Norte, abundan los acantilados que se preceden de playas. A diferencia de las anteriores zonas las  costas orientales y meridionales son bajas, como consecuencia de corresponderse con el lugar de depósito de los sedimentos transportados por los deltas de los dos grandes ríos tributarios al Mar de Aral; el Syr-Daria y el Amu-Daria.

En pocos años el Mar de Aral pasó de ser un auténtico oasis dentro de un extenso área con un clima adverso, con precipitaciones escasas, algunos años por debajo de los 100mm y en lo referente al régimen térmico de una marcada continentalidad, con temperaturas medias en los meses invernales por debajo de los -10ºC y durante el verano superando los 25ºC, a un verdadero infierno para la población local, con graves problemas económicos, medioambientales y de salud, por ello a lo largo de la historia se las áreas pobladas en estas zonas eran pequeños oasis en fondos de valle en los márgenes de los principales cursos fluviales y también en las zonas pre-montañosas. Se calcula que más de 12 millones de personas viven bajo la influencia de los dos principales ríos que llenaban el Mar De Aral, el Syr Daria y el Amu Daria.

Causas de la desertificación
 
Para encontrar la raíz del problema hay que remontarse hasta mediados de la década de los 40, cuando durante los años 1947 y 1948 la Unión Soviética sufrió una de las mayores sequías y hambrunas de su historia, llevándose la vida de cerca de un millón de habitantes. Para luchar contra esta nefasta situación Stalin propuso una transformación de la nación comenzando con el Gran plan de transformación de la naturaleza. Este ambicioso plan pretendía introducir y potenciar la agricultura de las estepas y desiertos de Asia Central mediante grandes proyectos de ingeniería hidráulica.

En el año 1953 Stalin falleció, y con él se fueron una gran parte de los proyectos de este Gran plan,  pero no así aquellos que pretendían irrigar grandes porciones de tierra para crear campos de cultivo de algodón con el caudal de los ríos Sir Daria y Amu Daria. Estos planes se ejecutaron, empezado en  la década de 1950, cuando el gobierno soviético ordenó entre los años 1954 y 1960 la construcción de un canal de 500 kms, que tomaría un tercio del agua del río Amu Darya y la distribuiría en una gran cuenca para regar los inmensos campos de algodón con los que se pretendía que la Unión Soviética fuera autosuficiente en esta producción.

La idea era activar la economía de una extensa área con la ampliación de grandes campos de algodón, y los resultados fueron satisfactorios, dado que  se pasó de cultivar antes de la aplicación de este plan una superficie en torno a los 4 millones de hectáreas en 1960 a 7 millones veinte años después, por lo que se convirtió en una zona de crecimiento económico y de población, pasando de los cerca de 14 a alrededor de 25 millones de habitantes.

Los planes iniciales eran solamente la desviación de 1/3 del caudal del Amu Darya para los campos de algodón, pero visto el frenético crecimiento de las zonas beneficiadas por este proyecto se fue ampliando ese porcentaje de agua destinada a los cultivos, uniéndose también el otro río que llenaba el Mar de Aral, el Syr Darya. Finalmente, en la década de los 80, al Mar de Aral tan solo llegaba un 10% del agua que recibía en 1960, sin duda, la pena de muerte para este ecosistema. La pérdida de nivel del agua en este mar se puede resumir en que durante la década de los 60, el Mar de Aral comenzó a perder cada año una media de 20 centímetros de nivel de agua. Esto se agravó en la década de los 70, con una media de 50 centímetros; y aún fue peor en la década de los 80, con una pérdida media de 90 centímetros al año.
Y esta situación no hizo al gobierno soviético concienciarse sobre el problema e intentar dar la vuelta a la situación, en parte porque consideraban el Mar de Aral como un “error de la naturaleza” y a su vez, creían que las consecuencias socioeconómicas en los territorios aledaños debido a la desecación del mar eran inferiores a las consecuencias positivas en las nuevas zonas de cultivo de algodón, que afectaban a un mayor número de personas. 

Y no solo eso, sino que la animadversión por parte de la URSS hacia este ecosistema era tal que como contó Aleksandr Asarin  (un experto hidrólogo soviético que estuvo empleado para este gran proyecto)  al New York Times, la cúpula soviética tenía previsto el secado del Mar de Aral en apenas cinco años. Todo ello a pesar de que en las primeras décadas del siglo XX el Mar de Aral y sus costas fueron un reclamo turístico para la población soviética.

Consecuencias de la desaparición del Mar de Aral


La desecación de este gigante dentro del grupo de  los grandes lagos en el planeta supuso una innumerable lista de graves problemas de diferente índole, desde socioeconómicos, hasta medioambientales e incluso de salud. Es a partir de los años 80 cuando comienzan a hacerse notar los primeros problemas.

Los soviéticos como hemos visto antes no sólo no intentaron frenar este proceso, sino que veían como algo positivo la desaparición del Mar de Aral, por lo que dejaron a su suerte a las poblaciones cercanas y al ecosistema en general.

Antes de centrarnos en los diferentes tipos de consecuencias, mostraremos una serie de imágenes tomadas desde satélite comparativas de diferentes años.

El primer mosaico de imágenes comienza en el 1964 cuando el Mar de Aral a vista de satélite se veía sin cambios perceptibles. Poco a poco con el paso de los años se va apreciando un constante descenso hasta llegar a su momento crítico de vaciado a finales de los 90 y años 2000 en los que queda reducido a una mínima parte de lo que anteriormente fue este mar interior.

La última imagen corresponde al año 2009, año con uno de los niveles más bajos en toda la serie, dado que en los últimos años ha recuperado algo de volumen en su zona Norte como veremos más adelante.


 

 
Consecuencias medioambientales
A nivel medioambiental  los daños derivados de la desaparición del Mar de Aral son incalculables y difícilmente subsanables. Desde la desertificación de las áreas circundantes, la salinización de las pequeñas zonas inundadas y las modificaciones climáticas derivadas de la reducción de la lámina de agua. La extensión total se ha reducido drásticamente, quedando tan solo de los 66.000km2 iniciales tan solo una pequeña área de la parte Sur y la parte Norte, perteneciente a Kazajistá, y viva aún gracias a las obras de construcción de un dique por parte del gobierno kazajo.
Entre los años  1961 y 1970, el nivel del mar de Aral descendió a un ritmo medio de 20 cm al año. En los años 70, el ritmo de descenso del nivel casi se triplicó, hasta alcanzar entre 50 y 60 cm anuales. En los años 80, el nivel del mar se reducía una media de entre 80 y 90 cm cada año.
La salinidad media de las aguas del Mar de Aral ha subido drásticamente, pasando de situarse en torno al 10 ‰ en el año  1960 a multiplicarse en los últimos años, llegando a valores del 40 ‰ o incluso más dependiendo de la estación del año y del lugar  analizado.  En los últimos años, tras la ligera mejora de la zona Norte del Mar se han reducido los valores de salinidad, lo que ha supuesto la vuelta de algunas especies de seres vivos.

Por tanto, dentro de esta inmensa área con tintes desérticos se encontraba un auténtico oásis lleno de vida, con casi 180 especies marinas, (siendo alguna de ellas únicas en el mundo) de las cuales hoy en día sólo sobreviven 38, y prácticamente todas ellas en el Norte del Mar de Aral y en el extremo Oeste que aún conserva cierta cantidad de agua, una reducción del número total de especies debido a la reducción de la lámina de agua y al aumento de la salinización de las zonas aún inundadas. A su vez, numerosas especies de aves han dejado de asentarse en esta área en las épocas migratorias.

Otra consecuencia de todo este proceso es  la mayor desertificación de los territorios aledaños. Ya de por sí ésta era una zona muy seca y con marcados tintes continentales, con temperaturas invernales por debajo de los -10ºC y durante la época estival por encima de los 25ºC de media. Con esta nueva situación, las precipitaciones anuales registradas han descendido en localidades como Aralsk y las temperaturas han tendido a descender ligeramente en los meses invernales y un ligero ascenso en la época estival, esto último a causa de la desaparición del efecto termo-regulador que ejercía el Mar de Aral en las zonas litorales y prelitorales.

 A su vez, debido a la desecación han quedado al descubierto grandes áreas de arenas y sal, lo que ha llevado a la existencia de tormentas de arena y polvo sobre todo durante los meses veraniegos.
En esta imagen podemos encontrar un buen ejemplo de una tormenta de arena formada en donde antiguamente estaban las aguas del Mar de Aral



Consecuencias socio-económicas
Las consecuencias no se limitaron a ser sólo medioambientales, sino que a nivel social y económico supusieron un mortal batacazo para las áreas que rodeaban este ecosistema.
Para los soviéticos, especialmente durante las primeras décadas del siglo XX , antes de la aparición de corrientes contrarias a esta formación, el Mar de Aral era como el Mediterráneo para Europa hoy en día, un oásis turístico donde pasar los meses estivales. La riqueza de los paisajes y el clima más llevadero sobre todo durante los meses veraniegos, comparado con las zonas ceranas en las que el desierto lucía en todo su esplendor, hacía  que esta zona tuviese un gran atractivo turístico

Las consecuencias socio-económicas más graves están relacionadas con las actividades pesqueras. Con la desaparición del Mar De Aral desaparecieron todas las especies marinas que existían excepto en algunas pequeñas áreas aún inundadas, por lo que  se perdió la pesca y se arruinó la que había sido una gran industria de conservas y salazón que daba trabajo a más 60.000 personas. 

En el año 1959 se producían casi 50.000toneladas de pescado,  en 1994 las capturas anuales  ya se habían reducido mucho, quedándose reducidas a tan sólo una décima parte, y en la actualidad son prácticamente inexistentes. Tan sólo se están retomando las actividades pesqueras en la zona Norte del Mar de Aral, pero de manera testimonial.

Un ejemplo de la importante actividad pesquera es la ciudad de Moynaq, en el extremo sur del Mar De Aral , en Uzbekistán , la cual tuvo en el pasado un puerto bullicioso y una industria pesquera que daba empleo a unas 60.000 personas. Actualmente, la ciudad se encuentra a muchísimos kilómetros  de la nueva costa. Los barcos pesqueros se encuentran varados en tierra sobre las llanuras que una vez fueron fondo del mar. Muchos de esos barcos llevan más de 20 años abandonados. La única empresa pesquera que queda en la zona se encarga de importar pescado del Mar Báltico, a miles de kilómetros.
En esta imagen podemos observar las antiguas grúas utilizadas en el puerto de Moynaq, hoy simples recuerdos de lo que hace décadas fue esta ciudad.



Consecuencias sanitarias
Otra grave consecuencia de todo este proceso, y no menos importante que las anteriores, aunque a veces algo olvidada, son las graves consecuencias sanitarias que ha traído la desecación del Mar de Aral, dado que con la utilización abusiva de multitud de fertilizantes  químicos y otras sustancias típicas en la agricultura, tras desaparecer casi en su totalidad la lámina de agua, quedaron sobre la superficie grandes depósitos arenosos con este tipo de sustancias.

Este hecho, unido a las características desérticas de esta área, supuso la formación de tormentas de polvo sobre todo durante la época estival, lo cual trajo consigo graves consecuencias  a nivel de salud entre la población local.

Junto a esto hay que añadir  los problemas por el consumo  directo de agua contaminada entre la población de la zona, tanto por parte de los Kazajos como de los Uzbecos, siendo un agua con un alto contenido de metales, tales como zinc , estroncio o manganeso, componentes que tras ser ingeridos por el ser humano son susceptibles de producir enfermedades como la anemia. De ahí viene, según algunos estudios, el estado anémico de un 97% de las mujeres de la zona.

Se puede destacar el enorme aumento de enfermedades crónicas respiratorias, las afecciones a los bronquios, con una aumento del 3.000% en los últimos años, la aparición de varios tipos de cáncer mucho más a menudo, como el cáncer de esófago por ejemplo, o incluso la aparición de problemas y enfermedades hepáticas como la hepatitis.
En resumen podemos resumir los principales problemas sanitarios en estos 7 puntos:
  • El agua potable de la región contiene una cantidad de sal por litro cuatro veces superior al límite recomendado por la OMS (Organización Mundial de la Salud).
  • Algunas enfermedades como la hepatitis, el cancer de garganta, enfermedades respiratorias se han disparado multiplicandose por siete el número de casos.
  • La tuberculosis ha alcanzado niveles de epidemia.
  • La bronquitis es treinta veces superior y la artritis unas sesenta veces.
  • Se trata de la región con mayor mortalidad infantil de toda Asia Central. Incrementada un 20%, llegando en algunas regiones a una cifra de 100 muertes por cada 1000 nacimientos
  • El 97% de las mujeres padece anemia.
  • La cantidad de estroncio, zinc y manganeso se ha incrementado de manera espectacular aumentando los canceres de higado y garganta por tres.
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  • Medidas de actuación

     Existen planes cuyo objetivo es recuperar parte de la superficie de lo que fue el Mar de Aral, ya que recuperarlo por completo es imposible. Entre las soluciones planteadas destacan la desviación de agua procedente de ríos siberianos como el Ob o el Irtish, aunque serían opciones muy costosas y conllevaría construir un canal de más de 2000 km de longitud. Otras iniciativas quieren transvasar el agua del Caspio al Aral, sin embargo la viabilidad es similar al caso anterior.
    Durante la última étapa de la URSS, se intentó hacer una gestión más eficiente de los recursos hídricos con la creación de dos organismos públicos, sin embargo, tras la disolución de la URSS los recursos hídricos que alimentan el mar de Aral se repartían en cinco nuevas repúblicas (Kazajstán, Uzbekistán, Tayikistán, Turkmenistán y Afganistán) dificultando la cooperación para solucionar el problema. Posteriormente estos países excepto Afganistán se asociaron en el denominado ASBP, donde se han llevado a cabo proyectos de distintas dimensiones que han conseguido una cierta estabilidad. Entre las que destacan la mejora de la irrigación del río Syr Darya.
    El proyecto que más repercusiones ha tenido es la construcción del Dique Korakal, que separa el Mar de Aral Norte, del Aral Sur reteniendo el agua procedente del río Sir Daria, sellando el destino del Aral Sur. Las consecuencias han sido un aumento de la superficie del Aral Norte, una suavización del clima, una reducción de la salinidad, una cierta recuperación de la biodiversidad y tambien una cierta recuperación de la actividad pesquera.

    Esta recuperación del Mar Aral Norte, no es extrapolable al Aral Sur, que a pesar de haber sido mayor en superficie, presenta una situación dramática y cuyo destino con casi toda seguridad es su plena desaparición en un periodo de 15 a 20 años. Tras la caída de la URSS, pasó a formar parte de Uzbekistán, uno país con una compleja situación económica y política bastante compleja. La mejora y restauración del Mar de Aral Sur pasaría por cambiar la irrigación del río Amu Darya, lo que afectaría directamente a la principal fuente de ingresos del país: los cultivos de algodón. A esto hay que añadir las tensiones existentes en la actualidadentre Uzbekistán y Tayikistán pudiendo verse afectado la cooperación en gestión eficiente de los recursos hídricos.


    Para finalizar añado algunas fotos que se pueden encontrar fácilmente en diferentes blogs y páginas en la red, que muestran el devastador efecto de la desaparición de este ecosistema:




     Esto es todo, un saludo!!



1 comentario:

  1. Genial articulo Imanol, menudo desastre han hecho con el Aral.

    Un saludo desde Huesca, "Neubrin"

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